Levantar alas como águilas...

Deuteronomio 12:28

26.05.2009 10:45

Las misericordias, los favores del Rey de Reyes son nuevas cada mañana. Aprendamos a descubrirlas, demos gracias y disfrutémoslas.

“Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová, tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre”. Deuteronomio 12:28

 

Dios es un Dios de pacto, de alianzas, de promesas. Él promete bendiciones a un pueblo que le obedece. Él nos ha prometido que si nuestra vida es dirigida por su Palabra y su voluntad, buena, agradable y perfecta, nos irá bien y no temeremos mal alguno porque su vara y su callado nos sostendrán y darán dirección. Pero, además, Él no es escaso. Su amor no tiene límites por eso extiende su promesa a nuestra descendencia. Los padres tenemos que pararnos en la brecha, a favor de nuestros hijos, y reclamar la promesa del Padre sobre ellos.  Demos gracias a Dios por sus promesas que son verdaderas. Ninguna de ellas ha perdido poder y permanecerán para siempre.  

Busquen la Palabra de Dios y encuentren en ella sabiduría.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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