Dice el Señor que lo encuentran quienes temprano lo buscan. Así es que comencemos el día con su pensamiento.
“Serán benditos tus hijos y tus cosechas y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Serán benditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina. Y tu serás bendito en todo lo que hagas”. Deuteronomio 28: 4-5
Es impresionante el cuidado que Dios tiene de nosotros pero también su bendición se extiende y bendice a nuestros hijos, nuestra alacena, nuestras pertenencias y nuestra mesa., Dice su Palabra que los justos nunca serán desamparados y sus hijos no mendigarán pan. Recuerde, todo sucede para los que creemos. Las promesas de Dios alcanzan a los que en Él han creído.
Que las bendiciones de Dios sobreabunden en las vidas de todos ustedes.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica