Levantar alas como águilas...

Isaías 30: 21

04.05.2010 13:46

"Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: este es el camino andad por él y no echéis a la mano derecha ni tampoco torzáis a la mano izquierda". Isaías 30: 21
 

No podemos ver con nuestros ojos naturales al Señor porque Él no es de carne. Sin embargo, es posible escuchar con claridad su voz como si procediera de alguien que está detrás nuestro y, por lo tanto, no podemos observarlo. Quienes  conocen, aman y obedecen al Señor pueden sentirlo cerca, en todo momento y, de igual manera, pueden reconocer sus palabras. No es un privilegio de unos pocos es una realidad que acompaña a las personas que han creído en su corazón y han confesado con su boca que Jesus es el Señor de sus vidas. Dios no es mudo; Él tiene la capacidad de hablarle a sus hijos para orientarlos, consolarlos y recordarles que no deben temer porque Él los ayuda. El Espíritu del Señor habla con poder y autoridad y no se equivoca porque Él es la verdad. Si usted verdaderamente ama a Dios y mantiene con Él una muy buena relación deje de llamar "corazonadas" a esos pensamientos que le indican que debe ir por ahí y no por allá; que debe decir esto y no lo otro; que debe acercarse a esta persona y no a la otra; que debe cruzar la calle o esperar; que debe preparar su viaje o cancelarlo. Dios está pendiente de cada detalle de su vida y para cada situación Él tiene mucho que decir. Aprenda a escuchar la voz de Dios. 

Contacto

Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

Buscar en el sitio

© 2009 Todos los derechos reservados.

Haz tu página web gratisWebnode