Levantar alas como águilas...

1° Samuel 17:37

20.10.2009 09:11

"Añadió David: Jehová que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo. y dijo Saúl a David: ve y Jehová esté contigo". 1° Samuel 17:37
 
David fue el rey más grande que tuvo Israel. Su grandeza no fue producto de su sabiduría o de su fuerza sino que fue una consecuencia de la cercanía que mantuvo siempre con Dios. David siempre consideró que Dios era su protector y su ayudador; sabía que Él siempre estaría a su lado y por esa razón nunca contempló la derrota aun y cuando las circunstancias que enfrentó fueron muy dificiles.

La fe y la confianza que David depositó en Dios es la que Él demanda hoy de nosotros; antes de enfrentarse al león, al oso y al filisteo, el Rey David sabía que la victoria estaría con él; por eso todo lo enfrentó con decisión. Era muy jovencito cuando peleó contra el gigante filisteo; además era un pastor y poeta; él no sabía nada de armas ni de guerra pero era un vencedor porque su fuerza procedía de Dios.

Muchas veces, las personas no corren tras sus sueños ni asumen retos por temor al fracaso; pero, debemos recordar que Dios no nos ha dado espíritu de temor sino que, por el contrario, nos ha bendecido con poder, amor y dominio propio para que podamos alcanzar satisfacciones mientras vivamos.

Con Dios de nuestro lado todo puede ser posible; sin embargo, los seres humanos tienen sus dudas y son débiles en la fe porque no ven a Dios y prefieren creer en lo que tienen a la vista. Pero, más allá de eso, hay un mundo espiritual donde se mueve la poderosa presencia de Dios en el interior de quienes lo conocen; el Espíritu Santo es una persona con la que se puede hablar y de quien se reciben las más sorprendentes respuestas.

Es necesario que crezca la fe; es posible llamar las cosas que aun no son como si ya fueran; debemos, en nuestro espíritu, ver nuestros sueños y anhelos hechos una realidad. Declare con su boca y con voz audible que las preciosas promesas de Dios lo alcanzarán y vendrán sobre su vida; deseche todo pensamiento negativo porque como dice la Palabra: el mal que temes te sobrevendrá. Deposite toda su confianza en Dios así como, en su momento, lo hizo David.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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