Levantar alas como águilas...

1 Crónicas 4:10

22.07.2009 08:25

“Invocó Jabes al Dios de Israel diciendo: ¡oh si me dieras bendición y ensancharás mi territorio y si tu mano estuviera conmigo y me librarás del mal para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió. 1 Crónicas 4:10

 

¡Excelente Palabra que nos deja una enseñanza extraordinaria sobre el especial cuidado de Dios y como Él responde, con amor, a sus hijos!. Jabes no fue coronado como un gran rey, tampoco fue un guerrero que descolló en múltiples batallas; pero se le reconoce como una persona, como usted y como yo, que peleó la buena batalla de la fe. Jabes se atrevió, en forma específica, a pedirle a Dios que lo bendijera. Probablemente, se encontraba en problemas puesto que oró para que su trabajo fuera prosperado, pidió también para que Dios estuviera a su lado siempre y, de igual manera, clamó para que el Padre lo librará del enemigo.

La oración de Jabes nos demuestra que la oración del justo tiene poder y que la oración abre las puertas de lo sobrenatural. Nos conmueve el amor y la fidelidad de Dios; nos emociona leer al final del texto “y le otorgó Dios lo que pidió. Ese es nuestro Dios. Ese es el Dios que se para al lado de quienes le temen y está atento a su necesidad.

Toda oración tiene una respuesta. En algunas ocasiones, la respuesta del Padre no es la que esperamos pero debemos confiar en que es la correcta porque solamente Él sabe lo que nos conviene. El anhelo de Dios es bendecirnos por eso debemos orar en forma persistente, en todo tiempo y lugar porque Él quiere conocer, por nuestro medio, la necesidad que nos hace doblar nuestras rodillas, levantar nuestras manos hacia el cielo y ¡clamar por su misericordia!.  

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

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San José, Costa Rica

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