1 Reyes 2: 2,3

"Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios,  andando en sus caminos y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios de la manera que está escrito en la ley de Moisés para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas". 1 Reyes 2: 2,3
 
Dios es Dios de pacto; Él es un caballero y todo lo que nos ha prometido lo cumplirá. Pero, también es un Dios justo y galardonador y recompensa abundantemente a quienes guardan su Palabra con fidelidad. Él tiene el poder de trascender la carne y examinar el corazón del hombre para conocer cuales son sus prioridades. Nada se le escapa a Dios y nunca podremos ocultarle lo que realmente somos pues Él lo sabe todo. Dios es bueno y sobreabunda en misericordia; por lo tanto, si el hombre se ha desviado en su camino siempre tendrá la oportunidad de rectificar sus pasos para que las promesas del Padre sean también sobre su vida. El hombre tiene una inclinación natural hacia lo malo y esa conducta lo aparta de Dios; pero, Él no lo desecha sino que le tiene paciencia y espera el momento en que se arrepienta de corazón para coronarlo de favores. Busque la presencia del Señor en su vida y como recompensa Él se encargará de bendecirlo. Dios no miente ni se arrepiente; lo que Él le dijo, en su Palabra, eso hará.
Que el Señor los bendiga.