Levantar alas como águilas...

1 Timoteo 2: 1,2,3,4

03.12.2009 14:12

"Exhorto ante todo a que se hagan rogativas, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 1 Timoteo 2: 1,2,3,4
 
La oración es una de las armas espirituales más importantes. Con la oración es posible cambiar el mundo, en el cual vivimos, porque Dios la escucha y, de acuerdo a su voluntad, actúa en favor nuestro. Casi siempre oramos por nosotros mismos o por nuestros familiares o los amigos que están atravesando una prueba. Pero, Dios enseña que debemos orar por "todos los hombres" y ese "todos" incluye a quienes no nos simpatizan, a quienes se han levantado en contra nuestra y también a quienes no conocemos personalmente.

A Él no le interesa si las personas nos caen bien o no; a Él le interesa que oremos por "todos"; de hecho, si lo hacemos, las circunstancias van a cambiar.  Ese es el corazón de Dios; Él no hace acepción de personas, para Él todos somos iguales y todos necesitamos de las oraciones. Dios pide, especialmente, que oremos por las autoridades: por las jefaturas,  presidentes, ministros, presidentes ejecutivos, policias, padres de familia, etc. para que ellos conozcan la Palabra de Dios y, antes de tomar decisiones, que afectarán a muchos, le pidan al Espíritu de Dios sabiduría y discernimiento para que todos recibamos los beneficicios de una sabia decisión inspirada por quien tiene en control todas las cosas.

Oremos porque las grandes batallas se ganan de rodillas.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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