2 Crónicas 20:15

“No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios”. 2 Crónicas 20:15

Cual es “la multitud tan grande” que puede estar delante de nosotros que nos causa tanto miedo y que nos amedrenta. Será la crisis, talvez una persona específica, quizá alguna adicción, alguna mala costumbre; puede ser que el pecado nos atraiga demasiado o el camino que siguen los hijos nos tiene preocupados. Pueden ser tantas cosas las que nos asustan pero Dios se levanta poderoso y su voz se escucha y nos dice: “ la guerra es mía y también la victoria”. Descansemos en Él; Él es bueno y su misericordia es nueva cada mañana. Oremos todos los días y presentemos ante su trono la dificultad que nos agobia. Él es fiel y cumple sus promesas. No se sientan solos en la batalla porque Él está ahí aunque sus ojos naturales no lo puedan ver. No sintamos que el Padre está lejos, en los cielos. Él está dentro de usted y lo único que quiere oír es la voz de su hijo que lo alaba, lo exalta y clama por su ayuda. El brazo de Dios nunca se ha acortado para alcanzar a sus hijos, abrazarlos y sostenerlos en su regazo.

Que el Señor los bendiga.