“No nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1:7
Tengo totalmente claro que todo aquello que despierta en mi el temor no procede de Dios. Por eso es que cuando percibo ese sentimiento inmediatamente lo reprendo en el Nombre de Jesús y recuerdo y pronuncio la Palabra que hoy comparto con ustedes. De inmediato llega la paz.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica