Levantar alas como águilas...

Juan 14:27

15.04.2010 13:27

"La paz os dejo mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo". Juan 14:27
 

Las personas mundanas, alejadas del Señor viven en constantes altibajos. El pecado las hace enfrentar temores, miedos, ansiedades y viven sumidas en la inseguridad; cuando todo marcha bien y el terreno está parejo logran destellos de felicidad y paz; pero, cuando enfrentan calamidades todo comienza a tambalearse y pierden la alegría de vivir. Sus vidas son como las olas del mar: en un momento están en la cresta de la ola pero en otros son reventados contra la arena. Por eso, conociendo lo que está por venir el Señor nos invita a que recibamos su paz la cual es diferente a la paz circunstancial que nos puede brindar el mundo o los abundantes recursos materiales; es así como hay personas bendecidas con abundancia de bienes pero viven sumidas en una depresión que les impide disfrutar de sus posesiones. La paz que el Señor nos ofrece es aquella que sobrepasa todo entendimiento; esa condición solo puede provenir de Dios porque es sobrenatural. Él está muy interesado en que vivamos plenamente, alejados del miedo que poco a poco va minando nuestra libertad. Está escrito que Dios no nos ha dado espíritu de temor sino de amor, poder y dominio propio. La paz que el quiere darnos no tiene relación con períodos de descanso; por el contrario, tiene que ver con una conducta controlada, gracias al poder del Espíritu Santo, la cual permitirá superar los conflictos que todos enfrentamos mientras vivimos. 

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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