Levantar alas como águilas...

Números 23: 19,20

21.10.2009 09:28

"Dios no es hombre para que mienta; ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará?. Habló ¿y no lo ejecutará. He aquí he recibido orden de bendecir; Él dió bendición y no podré revocarla". Números 23: 19,20
 
Lo mejor que nos ha podido suceder, en nuestra vida, es conocer a Dios. No de oídas, como muchos lo conocen, sino como un Dios cercano y lo experimentamos cuando somos capaces de verlo y oirlo con nuestros ojos y oídos espirituales. Él es real y nosotros somos su especial tesoro; podemos vivir confiados pues nunca nos dejará solos; todos los días de nuestra vida contaremos con su protección; Él está con nosotros aun y cuando algunas veces pareciera distante; pero, en esos momentos de silencio Él mantiene todo bajo su control y, en determinado momento, saldrá a la luz la bendición que nos tenía reservada. 

Hay un Dios poderoso pendiente de nosotros y podemos vivir tranquilos porque su Palabra, sus bendiciones y sus promesas se cumplirán en nuestras vidas. Él habló, externó su Palabra y la hará realidad en su vida si usted cree. Las promesas son para quienes lo adoran y lo alaban y para quienes creen que Él es el único y sabio Dios y que fuera de Él no hay nada. Él te ha prometido provisión económica, te ha dicho que cambiará tu lamento en danza, también ha expresado que tu descendencia nunca mendigará pan, te ha dado dones y talentos;  Él dijo que te librará del devorador y que ninguna lengua que maldice se levantará en juicio contra ti.

De igual manera, declaró que no permitirá que seas avergonzada (o) y que ningun dardo forjado contra ti prosperará jamás. Dios te devolverá lo que el diablo te ha robado y su mano jamás se acortará para salvar a sus hijos de las acechanzas del maligno el cual fue derrotado en la cruz. Dios no es un mentiroso; Él habló la verdad, dijo palabras de vida que transformaron al mundo y le dieron al ser humano la posibilidad de vivir un estio de vida diferente. Su mensaje de victoria, único y verdadero, permanecerá invariable para siempre.

La Palabra de Dios está disponible para todos pero solo quienes creen en ella y la viven alcanzarán las innumerables promesas que Él tiene para quienes le temen.

Que el Señor los bendiga.

Contacto

Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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