Proverbios 17: 27,28

“El que ahorra sus palabras tiene sabiduría. De espíritu prudente es el hombre entendido. Aún el necio cuando calla es contado por sabio. El que cierra sus labios es entendido”. Proverbios 17: 27,28

El silencio existe y se disfruta; cuando callamos tenemos la oportunidad de escuchar a otros y, de esa manera, adquirir nuevos conocimientos. Es prudente callar cuando no tenemos nada bueno que decir. Es mejor que nos reconozcan como sabios, guardando silencio, y no como necios hablando disparates. Dios quiera que cuando hablemos nuestras palabras edifiquen y bendigan. Recordemos que la Palabra de Dios dice en Isaías 55:11 “así será mi Palabra que sale de mi boca no volverá a mi vacía sino que hará lo que yo quiera y será prosperada en aquello para lo que la envié”. Es importante que ese versículo bíblico sea inspiración para nosotros y que cada palabra que salga de nuestras bocas regrese a nosotros cargada de fruto y se cumpla el buen propósito para el cual, esa palabra, fue pronunciada.

Que el Señor los bendiga.