Salmo 27:10

 "Aunque mi padre y mi madre me dejaran,  con todo, Jehová me recogerá". Salmo 27:10

 
Las personas que están más cerca de un ser humano son el padre y la madre. Ellos están llamados a cuidar y educar a sus hijos hasta que ellos alcancen la madurez suficiente para indipendizarse. La protección de los padres hacia los  hijos representa una verdadera muestra de amor; pero, por una u otra razón, los progenitores podrían, en determinado momento, dejar solos a sus hijos. La muerte repentina, por ejemplo, los podría separar y la relación física que experimentaron, todos los días, desaparecería y sería tan solo un bello recuerdo que con el tiempo irá perdiendo intensidad. Ante la ausencia de quienes nos han cuidado y amado, los seres humanos jamás podremos sentirnos solos, abandonados o desamparados pues tenemos a nuestro lado a un Dios amoroso y poderoso que ha prometido cuidarnos. Su amor es infinito; es tan grande que, sin merecerlo, dio su vida por todos nosotros; de igual manera, su protección es inigualable pues nos prometió que sería escudo alrededor nuestro y que nos libraría del lazo del cazador. Por eso, aunque todos partieran la mano poderosa del Padre nos sostendrá y su amor eterno nos devolverá la vida que en algun momento creímos perder. Démosle al Señor Gloria y Honra porque Él es fiel y verdadero.