Salmo 9:10

"En ti confiarán los que conocen tu nombre por cuanto tu; oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron". Salmo 9:10
 
Muchos seres humanos, en algunas oportunidades, han experimentado verdaderas decepciones : los amigos los han traicionado, los padres los han desamparado, los compañeros de trabajo los han calumniado y, también, por causa de la infidelidad u otras razones, los cónyugues los han abandonado. Esas experiencias son parte de la vida mundana en donde las personas se han dejado llevar por su propia prudencia y han olvidado que la ayuda que permanece para siempre solo viene de lo Alto. Seremos prudentes, tendremos buen juicio y trascenderemos la carne para discernir lo espiritual solo cuando le damos la bienvenida a la presencia sobrenatural del Espíritu de Dios en nuestra vida y nos dejamos guiar por su sabio consejo; de lo contrario, nos equivocaremos una y otra vez y poco a poco nos iremos apagando, enojando y endureciendo el corazón por lo mal que nos ha ido. Sin embargo, mientras hay vida hay esperanza y las cosas no tienen por que ser así. La oportunidad de enderezar el camino está a nuestro alcance; nuestros corazones endurecidos pueden ser transformados en corazones de carne y los pensamientos buenos y poderosos pueden venir a nuestras mentes cuando buscamos al Señor. Quienes lo han buscado y han desarrollado con Él una relación de todos los días saben que es Fiel, Amable, Sabio, Consolador, Sanador, Proveedor, Príncipe de paz, Refugio, Rey de Reyes, Señor de Señores,Torre fuerte, Admirable consejero y que está dispuesto a derramar su misericordia, cada mañana, a cada instante, sobre los que le temen. Su bondad no tiene límites; Él no hace acepción de personas y todos somos iguales ante Él. Cualquiera, aún el más pecador, puede presentarse ante su Trono y rendirse ante Él reconociendo su pecado y clamando por perdón. A partir de ese momento, y si su arrepentimiento fue genuino, el toque especial del Maestro comenzará a cambiar la dirección de sus pasos y el fuego de su Espíritu Santo lo irá transformando, en un proceso, en una nueva persona. Damos toda la Gloria y la Honra a Dios por su infinita bondad. Con Él hay esperanza y lo mejor, en nuestra vida, vendrá sin lugar a dudas.