1° Pedro 4: 10

"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios". 1° Pedro 4: 10

Nada nos pertenece; Dios es el dueño de todo; sin embargo, Él ha sido muy bueno y nos ha bendecido con dones o talentos que no debemos guardar para nosotros mismos. Él nos ha permitido vivir en sociedad y no aislados para que compartamos, generosamente, lo que nos ha dado.

Dice el Señor que funcionamos como un cuerpo y cada una de sus partes es indispensable para el bienestar de la otra. Él ha dado a unos abundante provisión material; a otros espíritu de servicio; a otros palabras de sabiduría; otros son consejeros; otros sobreabundan en amor y llevan abrazo y consuelo a los afligidos.

En fin, cada quien tiene un hermoso regalo que viene de los cielos como un favor muy especial de Dios para que sea empleado en favor de otras personas. Dice la Palabra que toda buena dádiva y todo don perfecto viene del Padre. Así es que no nos vanagloriemos creyendo que somos muy "cargas" y reconozcamos el favor de Dios; administremos sabiamente todos esos buenos regalos y no los guardemos para beneficio propio. Pero sobre todo comparta el conocimiento que Dios le ha dado de su Palabra porque el mundo la necesita para que cada quien enderece sus pasos y vuelva su mirada al Buen Pastor quien anda en busca de sus ovejas y para eso necesita de usted. ¡Que privilegio!

Que el Señor los bendiga.