Levantar alas como águilas...

1 Juan 2: 15, 16, 17

09.07.2009 13:16

“No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: los deseo de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida no proviene del Padre sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. 1 Juan 2: 15, 16, 17

 

El mundo es un excelente lugar para vivir; sin embargo, en él hay demasiadas tentaciones que pueden hacer caer al ser humano en un sinnúmero de problemas. Hoy, la evidencia demuestra, que millones de hogares han sido destruidos por las tentaciones, realmente atractivas, que el mundo ofrece. La infidelidad, las adicciones, el creerse superhombres o supermujeres sin reconocer el poder y la autoridad de Dios en la vida de cada quien acompañan, casi siempre, a quienes no doblan sus rodillas para clamar a Dios por sabiduría, fuerza, valentía, amor, dominio propia para resistir las embestidas de Satanás. Hoy parafraseo la Palabra de Dios que dice: diga el débil fuerte soy porque mayor es el que habita en mi que el que está en el mundo.  Sometámonos a la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta y, entonces, por su misericordia trascenderemos a la muerte y viviremos junto a Él para siempre.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

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San José, Costa Rica

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