Salmo 23:1

"Jehová es mi pastor nada me faltará". Salmo 23:1
 
Muchos piensan que esa promesa de Dios desciende desde los cielos y alcanza a todas las personas; consideran que la bondad de Dios es tan grande y su misericordia tan extraordinaria que aun y cuando andan en malos pasos nada les faltará porque el Señor tiene cuidado de ellos. Sin embargo, están más que equivocados pues la provisión sobreabundante de Dios es solo para quienes, como ovejas obedientes, siguen al buen Pastor. El pan, el vestido, la fuerza, el contentamiento, la salud, la paz, el gozo, la esperanza, el amor son parte de las provisiones que Dios tiene para sus hijos. Dice la Palabra que no habrá justo desamparado ni su descendencia mendigará pan. De hecho, los ojos del Señor están sobre los justos, sobre todos aquellos que, en obediencia, viven de acuerdo a sus enseñanzas. El Señor es el Buen Pastor, el que dió la vida por sus ovejas y conoce muy bien las necesidades de sus hijos y, en determinado momento, se encargará de proveer todo lo que necesitan. Mientras tanto, aquellos que viven en pecado, que no se arrepienten ni buscan el perdón del Padre tendrán que contentarse con ver pasar de largo la provisión de Dios.